Como lo que estamos buscando es cambiar tu estilo de vida a uno más saludable y dejar atrás la mentalidad de las dietas poco saludables. Una de las formas es comenzar hacer algunos pequeños cambios, si comenzamos poco a poco lograremos llevar un estilo de vida saludable.

 Nosotros estamos acostumbrados a consumir arroz blanco, no estoy diciendo que lo elimines en tu dieta por completo, solo te digo que comiences a integrar en tu alacena el arroz marrón.

Yo sé que jamás será igual al arroz blanco que estás acostumbrado a comer, pero es cuestión de ayudar un poco a nuestro cuerpo y así podernos sentir mejor.

El arroz marrón tiene fibra, vitaminas y minerales y es uno de los granos que te  permite mantenerte más “lleno” por más tiempo.

Pero debes saber que el arroz blanco es procesado, tiene menos fibra y te lleva a un aumento rápido en tus niveles de azúcar en la sangre. Este además te puede dar problemas digestivos. Eso se puede notar ya que el arroz blanco es pulido y pre cocido, también elimina el salvado.

Por su parte el salvado se mantiene intacto en el arroz marrón, ese contenido de salvado es el que le da una buena dosis de fibra al arroz.

Si consume arroz blanco 5 días a la semana, por lo menos 1 día de estos dale una bienvenida al arroz marrón, y así poco a poco aumentaras el arroz marrón en tu vida diaria …

¿Cómo cocinarlo?

El arroz marrón necesita más agua y más tiempo de cocción que el blanco, puedes remojar el arroz marrón durante la noche o por lo menos durante 3 horas antes de cocinarlo. Recuerda que este grano al ser más completo, tiende a ser más duro.

• Poner 3 tazas de agua a hervir con sal marina y aceite de oliva.
• Luego cuando este hirviendo, ingresa 2 tazas de arroz marrón, de acuerdo a tu gusto podrías ingresar más agua.
• Cuando se evapore el agua, mezcle el arroz de 2 a 3 veces, luego dejalo a fuego lento por 30 minutos o más y listo.

Al final pueder ingresarle un poco de mantequilla, especies, cilantrillo o cebolla. Lo que desees será bienvenido para darle un mejor sabor y consumirlo.

Con mucho amor,

Andrea